Los biocombustibles son combustibles derivados de fuentes orgánicas y renovables, como plantas, cultivos, residuos e incluso microorganismos.
Los biocombustibles juegan un rol muy importante como parte de la transición hacia energías limpias y renovables, y representan una de las principales soluciones para reducir de forma rápida y eficiente las emisiones de CO₂ en el sector del transporte en los próximos años.
Se obtienen principalmente de cultivos agrícolas como la caña de azúcar, diferentes tipos de cereales o aceites vegetales.
Utilizan como materia prima residuos orgánicos, como aceites de cocina usados, residuos agrícolas, ganaderos o biomasa forestal, entre otros.
Principalmente obtenidos de materias primas de cultivo acuático, como las algas.
Estos últimos, todavía en fase experimental, utilizan microorganismos modificados genéticamente y mejoran la captación de dióxido de carbono.
El biodiésel es un combustible renovable y sostenible producido a partir de fuentes biológicas, como aceites vegetales y grasas animales. Se obtiene mediante un proceso llamado transesterificación, en el que los triglicéridos presentes en los aceites se transforman en ésteres metílicos o etílicos.
Este biocombustible se elabora principalmente a partir de aceites vegetales y grasas animales mediante un proceso de hidrotratamiento. Una de las principales ventajas de este biocombustible es que puede utilizarse directamente en motores diésel sin necesidad de llevar a cabo adaptaciones en el motor, y se caracteriza por un contenido muy bajo de azufre.
Es el nombre con el que se engloban diferentes tipos de combustibles de aviación certificados como sostenibles por entidades independientes de reconocido prestigio. Estos combustibles reducen hasta el 90% las emisiones de CO₂ en comparación con los combustibles procedentes del petróleo. Existen diferentes procesos de producción en función de la tecnología utilizada.
Es un biocombustible gaseoso que se obtiene a partir de materia orgánica en descomposición (como desechos agrícolas, estiércol o desechos de alimentos, entre otros) mediante un proceso natural que libera metano y dióxido de carbono.
Es un tipo de biocombustible que se obtiene mediante la fermentación de materiales ricos en azúcares o almidones, como el maíz, la caña de azúcar o la remolacha. Mediante este proceso, los azúcares presentes en estas materias primas se convierten en etanol. El bioetanol es uno de los biocombustibles más usados en el transporte, ya que puede mezclarse con la gasolina en diferentes proporciones.
Es un biocombustible que se obtiene a partir de la fermentación acetona-butanol-etanol de materiales orgánicos. Tiene algunas diferencias con respecto al bioetanol, y su principal ventaja frente a este es que puede ser utilizado como combustible en un motor de combustión interna sin necesidad de modificarlo.
Las materias primas utilizadas en la producción de dichos biocombustibles (aceites de cocina usados / UCO, grasas animales, efluentes de la producción de aceite de palma / POME, etc.) contienen numerosas impurezas y altos niveles de metales y fósforo, perjudiciales para la etapa de producción del biocombustible.
Por ello, el pretratamiento de dichas materias primas es un paso crítico para reducir los niveles de impurezas como fósforo, metales, polietileno, nitrógeno, azufre y derivados clorados, y de esta forma proteger los catalizadores, evitar la corrosión de la instalación industrial, evitando problemas operativos y alargando su vida útil.
El proceso de pretratamiento es bastante parecido al proceso de refinado de aceites y grasas comestibles, pero eliminando algunos de los pasos necesarios para elaborar un producto comestible. En el caso del biodiésel, el objetivo principal del pretratamiento es reducir tanto los fosfátidos como los ácidos grasos presentes en la materia prima.
La gama de adsorbentes Sepigel® está diseñada para eliminar un amplio número de impurezas y contaminantes presentes en las diferentes materias primas usadas en la producción de los biocombustibles. Nuestro equipo de I+D diseña productos adaptados a las necesidades específicas de cada aceite o grasa y desarrolla nuevas soluciones para dar respuesta a los nuevos retos que suponen las nuevas materias primas usadas (como la carinata, la camelina o la jatrofa entre otras muchos).
Las tierras decolorantes Sepigel® se obtienen a partir de una minuciosa selección de mineral. El mineral es posteriormente procesado en nuestras plantas para conseguir productos con unas propiedades óptimas que permiten lograr la máxima adsorción y eficiente filtrabilidad, tanto en velocidad de filtración como en menor retención de aceite en la torta.
Arcilla decolorante activada que, por su versatilidad, se recomienda para el blanqueo de cualquier tipo de aceite y grasa animal que presenten dificultad moderada.
Arcilla químicamente activada, especialmente diseñada para el tratamiento y purificación de los distintos feedstocks utilizados en la producción de diésel renovable o SAF que presentan equilibrio adecuado entre una eliminación eficaz de impurezas y metales pesados y una filtrabilidad muy eficiente.
En Sepigel®, disponemos de una amplia gama de productos en continuo desarrollo que ofrecen soluciones óptimas en los distintos mercados y aplicaciones relacionados con la purificación, refinado y blanqueo de aceites y grasas.